Después de la reclamación oficial de repatriación del oro alemán en el exterior, la autoridad en competencia, el Bundesbank, ha logrado un retorno de 37 toneladas en el año 2013 custodiadas hasta el momento por la Reserva Federal de los Estados Unidos en Nueva York. Este movimiento de reservas está siendo muy complicado por los obstáculos puestos por los custodios, dado que este oro es subyacente de ciertos contratos, especialmente de derivados.
El 16 de enero de 2013, el consejero del Bundesbank Carl-Ludwig Thiele afirmó en una rueda de prensa que se reorganizarían las reserva de oro de aquí a 2020. Tal reforma se sustentaba en las nuevas condiciones de custodia aprobadas por el mercado del oro físico de Londres, protocolo denominado London Good Delivery (LGD). El plan prevé la recuperación de 300 toneladas de Nueva York y 374 toneladas de París. En este sentido, el porcentaje custodiado en Nueva York disminuiría al 37% y en París desaparecería.
Según este plan, cada año deberían repatriarse 37,5 toneladas procedentes de Nueva York y 46,75 toneladas desde París. En el año 2013 se han repatriado 37 toneladas, suficientemente por debajo del objetivo. Aunque esto es, en sí mismo, un problema de gran envergadura, preocupa más la ausencia de datos claros sobre el estado y las características del oro que se pretende repatriar.
Los esfuerzos y la iniciativa del Bundesbank para aclarar el estado de los lingotes no son suficientes. Sobre las reservas se conocen ciertos aspectos y muchos supuestos. A modo de ejemplo, no se sabe con certeza cuál es la antigüedad de los lingotes. Con toda probabilidad se trata del oro adquirido entre los años cincuenta y sesenta, el cual puede haber sido reacuñado con posterioridad.
Todo el oro que se considera «antiguo» debe seguir unos estándares establecidos por las normas LGD en 1979 y deben presentarse en un inventario con sus correspondientes números de referencia. Hasta la fecha, el Bundesbank no ha publicado la lista de lingotes y barras convenientemente identificados, sean antiguos o recientes.
Tampoco se conoce a ciencia cierta quiénes han sido los intermediarios que han intervenido durante estos años en la modificación de las reservas originales. La asociación que ha impulsado la repatriación del oro nacional (la Asociación alemana de Metales Preciosos) indica, además, la necesidad de conocer quién ha dado las órdenes correspondientes para la transformación del oro, y si esto se ha hecho con la aprobación del Bundesbank.
Los únicos datos disponibles por el momento son que Alemania ha logrado recuperar 37 toneladas de las más de 1.200 toneladas alojadas en la Reserva Federal de Nueva York. Esta cantidad corresponde al plan de reubicación diseñado en 2013, aunque ésta no es su característica principal: la falta de información y la ausencia de transparencia son las cualidades que están gobernando este proceso.
Fuente: oroyfinanzas